Quinto Texto
El fin de una estrella
es el comienzo de un agujero negro
La mayoría de los agujeros negros se forman de
residuos de una estrella grande que muere en una explosión supernova. (Las
estrellas pequeñas se convierten en estrellas densas de neutrones, las cuales
no son suficientemente grandes para atrapar luz.) Si la masa total de la
estrella es suficientemente grande (aproximadamente tres veces la masa solar), teóricamente
se puede probar que no hay fuerza que pueda detener el colapso de una estrella,
bajo la influencia gravitacional. Sin embargo, cuando la estrella colapsa,
ocurre algo extraño. Cuando la superficie de la estrella se acerca a una
superficie imaginaria llamada “horizonte de sucesos,” el tiempo de la estrella
es relativo al tiempo dedicado desde lejos que los observadores realizan.
Cuando la superficie alcanza al horizonte de sucesos, el tiempo se detiene, y
la estrella ya no puede colapsar – es un objeto congelado colapsado.
Los científicos no pueden observar directamente
los agujeros negros con telescopios que detectan rayos x, luz, u otras formas
de radiación electromagnética. Sin embargo, podemos deducir su presencia y
estudiarlos detectando el efecto que tienen en la materia cercana. Por ejemplo,
si un agujero negro atraviesa una nube de materia interestelar, atraerá la
materia hacia adentro en un proceso conocido como acreción. Un proceso similar
puede ocurrir si una estrella común pasa cerca de un agujero negro. En este
caso, el agujero negro puede destruir la estrella al atraerla hacia sí mismo.
Mientras la materia atraída se acelera y calienta, emite rayos x que irradian hacia
el espacio.
Text Five
One Star’s End is a Black Hole’s Beginning
Most black holes form from the
remnants of a large star that dies in a supernova explosion. (Smaller stars
become dense neutron stars, which are not massive enough to trap light.) If the
total mass of the star is large enough (about three times the mass of the Sun),
it can be proven theoretically that no force can keep the star from collapsing
under the influence of gravity. However, as the star collapses, a strange thing
occurs. As the surface of the star nears an imaginary surface called the “event
horizon”, time on the star slows relative to te time kept by observers far
away. When the surface reaches the event horizon, time stands still, and the
star can collapse no more – it is a frozen collapsing object.
Scientists can’t directly observe
black holes with telescopes that detect x-rays, light, or other forms of
electromagnetic radiation. We can, however, infer the presence of black holes
and study them by detecting their effect on other matter nearby. If a black
hole passes through a cloud of interstellar matter, for example, it will draw
matter inward in a process known as accretion. A similar process can occur if a
normal star passes close to a black hole. In this case, the black hole can tear
the star apart as it pulls it toward itself. As the attracted matter
accelerates and heats up, it emits x-rays that radiate into space.
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